miércoles, 22 de octubre de 2014

La Casa 1028

Había una vez una niña llamada Bella Aurora. Era hija de padres ricos y cariñosos. En aquel tiempo la Plaza de la Independencia no tenía el monumento a la Libertad, sino una pila al centro. Allí se realizó una gran corrida de toros.

Toro en Plaza (Foto: Internet)
En segundo lugar salió un toro negro. Luego de mirar a su alrededor se acercó lentamente hacia Bella Aurora, quien se desmayó del susto. Sus padres la llevaron a curarla del espanto.


Dicen que el toro negro se desesperaba en la plaza. Buscaba a la niña. Al no encontrarla saltó la barrera y se fue a la casa 1028. Rompió la puerta de la calle. Subió al corredor. Olfateó por todas partes. Entró al dormitorio de Bella Aurora. Al ver al toro, ella quiso huir, pero no tuvo fuerzas.

Solo alcanzó a dar un grito fuerte, mientras el toro la embestía. El animal desapareció después. Se hizo humo.

Nada se pudo hacer por Bella Aurora, la encontraron bañada en sangre, falleció eso misma tarde. Los padres devastados enterraron a su hija y poco después se marcharon de la ciudad.

Nunca se supo ni de dónde surgió este toro, ni el porqué de la ofensiva contra la joven. Jamás lo encontraron.

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